SIETE PICOS

El último fin de semana de octubre decidimos aprovechar que todavía hace buen tiempo para ir los cuatro a la montaña. El objetivo era subir "Los siete picos". Bocatas de filete de pollo empanados, frutas, chocolatinas, bebidas isotónicas, forros de abrigo por si acaso, linterna...
Nos hizo una jornada fantástica, algo fresca, pero el bosque de la vertiente norte nos mostraba todo el encanto del otoño.
Desde el Puerto de Navacerrada llegamos solo hasta el tercer pico (el quinto en culminar desde el puerto) en lugar de llegar hasta el segundo (sexto desde el puerto).
Bajamos por la ladera Norte campo a través siguiendo penosamente los hitos. Una gozada dejar senderos y caminos para adentrarse en la espesura del bosque, entre grandes piedras. Teniendo que pensar cada paso y arrastrar el culo la mayor de las veces. No vértigo, no cansancio, no frío. Solo contacto con la naturaleza y el olor penetrante del suelo de otoño.