El sábado 23 de diciembre fuimos a Mutriku para pasar la Navidad con osaba Iñigo y con Amaia.
Martina está para comérsela.
Vino Olentzero con regalos para todos.
El día de Navidad hizo tan bueno que comimos fuera.
El puente de la Inmaculada mamá y yo nos fuimos a pasar un día al balneario que Castilla Termal ha abierto recientemente en Brihuega.
¡Qué bonito!
Estuvimos en la gloria. Ni salimos a dar una vuelta por el pueblo. Necesitábamos desconexión y tranquilidad. ¡Y vaya que la encontramos!